A continuación, te presentamos cuatro consejos que puedes practicar para mantener tu bicicleta en buen estado sin necesidad de saber de mecánica.
Cadenilla impecable: Normalmente las cadenillas suelen estar deshidratadas sin una gota de aceite o en su defecto cubierta por polvo. Para evitar que tu cadena no se ensucie te ofrecemos los siguientes consejos:
Aplica lubricante únicamente en las partes con fricción.
Permite que el aceite penetre en los rodillos y deja que se asiente por unos minutos antes de salir a rodar.
Retira el exceso de aceite con un trapo.
Lubrica tu cadena sólo cuando comience a hacer ruido.
El poste o pilar perfecto: Para evitar que tu poste se pegue al cuadro te recomendamos:
Retira el poste y limpialo muy bien con un trapo.
De la misma manera limpia el interior del tubo del asiento.
Pon un poco de grasa en el interior del tubo del asiento.
Finalmente ajusta el asiento a la altura adecuada.
Cambios suaves: Para mejorar el desempeño de tus cambios:
Lavar periódicamente la zona de los cambios para evitar la acumulación de suciedad.
Aplicar aceite lubricante en en el sistema de cambios para mejorar el desempeño,.
Llantas óptimas: Para mantener la presión adecuada:
Busca en los costados de tus llantas el rango de presión indicado.
Antes de salir a rodar inspecciona que tus llantas estén infladas.
Mide una vez por semana la presión e inflarlas a la presión recomendada por el fabricante (este dato lo encontrarás en una de las caras de la misma llantas bajo las iniciales “PSI”).
Adquiere un inflador de piso con medidor de presión si utilizas constantemente la bicicleta.
Éstas son cuatro acciones bastante sencillas, que te ayudarán a mantener tu bicicleta en buen estado.
Gonzalo Pilco
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